El campeón mundial de fútbol en 1986, Jorge Valdano, escribió que festejar un gol es como volver a la infancia, pues el jugador se inventa cualquier celebración sin ninguna vergüenza de los “adultos”. Si el argentino tiene razón, al menos muchos futbolistas perderán su niñez con las recientes disposiciones de la FIFA.
El International Board (IFAB), que vigila las reglas del balompié, determinó: “Un jugador no podrá celebrar un gol cubriéndose la cabeza o la cara con una máscara ni ningún otro artículo similar”.
En Colombia se recuerdan las celebraciones de Martin Arzuaga con las mascaras del Carnaval de Barranquilla, en México fueron prohibidas hace ya varias temporadas afectando a los jugadores Gabriel Pereyra quien con el Cruz Azul usaba la mascara de Místico y El gato Ortiz de Jaguares la de Blue Demon.
Todo indica que la FIFA le ha quitado parte de la alegría y picardia a las expresiones sublimes de un gol, como lo es la celebración.
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